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Anoche corrí libre por un boulevard, por millones de estrellas en el piso,
por cada uno de sus cuadros glasseados de sonrisas, sus secretos i también, sus vanidades.
Pero tan perdido, que no me niego a la idea de negarme, que no me resigno al hecho de qe ella dá por entendido que no entiendo,
cuando en realidad sola, realmente, no la imagino.
I hoi llegué a casa, con un ojo maqillado cual Alex (el de la naranja mecánica) después de una noche de risas, frío, hielo, policía, i una madre sin preguntas para ausencias prolongadas.
El mundo es el lugar perfecto, la salida del sol la excusa, i yo la perfecta anastomosis de todo lo qe mora entre tu mente i los ojos verdes qe miran sin rencor...
Shhh... !
Si no me escuchás, sino te escucho, el silencio se apodera no de un alma,
de dos.
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