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Hoy retorna un mar de calamidades escondidas
bajo una pantalla tintineante de millones de piedritas
con claves para probar las opciones de la vida,
con cirios qemados en un altar
van miles de palabras en viajes cruzados
en medios intransigentes,
que en calidad de visitante pisan a los residentes
de un cuerpo bañado en escoria de soldaduras previas
a la espera de fundir dos materiales incompatibles
como una solución heterogénea a todos los problemas
de una mente ganada por cansancio,
de un espacio conquistado bajo máscara;
una colonia de un señor que no sabe administrar
los recursos por los que ha incediado el alma.
Se acerca la hora. Mira el reloj. Está llegando, lo presiente.
Lo saben los dos.
1 comentario:
está llegando*
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