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El ansia agustioso de macerar el tiempo dentro de dos cuencos
vacíos de ojos, faltos de carne.
Caminar ciego desde el agua a la pared, sentir frío y esquivar el viento,
buscar las piernas de otros cuerpos entre charcos de olvido memorizado
para remar en lagos de sol, entibiados desde adentro
donde van las almas, donde fingen vernos cuando callan.
Mientras camina por los valles de su propia timidez,
mira desconfiada por la espalda
la misma espalda que alguna vez sostuvo mi voz.
2 comentarios:
y
dónde
está
tu voz
ahora?
besos*
Gracias por pasar por mi blgo, muy lindo lo que escribiste.
Te sigo, seguime!
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