+
Nueve de Enero, i a las veinte horas del día.
Cuando llegan los días importantes siento completamente tu ausencia. Hoi es nueve de enero i no tengo la cadena que cortaste para mí. La tiene Lucía( no te preocupes ella sabe mui bien lo importante que es para mí ). A veces me pongo a pensar si será mejor el lugar a donde estás, si por fin estás tranquila, si te sentís liberada, ágil, si existen los conejos con colitas de algodón.
Hai muchas fechas importantes para mí porqe hubo muchos días memorables entre vos i yo, i sé mui bien que no importa el número, i vos sabés mui bien que siempre lo tomé como la excusa para memorar, pero igual justo hoi siento un vacío demasiado grande para este pobre corazón mal cocido por un cocinero mediocre.
El dolor sigue manteniendo su constancia, sólo que al tornarse crónico parece como si se atenuase, aunque en realidad supongo qe de alguna forma lo estoi aceptando como una parte de mí.
Nunca te contesté lo último que me escribiste, i hoi me parece un buen momento:
No te perdono.
Yo nunca fui nadie para juzgarte, yo siempre fui alguien que te abrazó i te quizo así tal cual te presentaste ante mí, i no tenías lados malos, sólo lados mal vistos. No te perdono, porqe el perdón es completamente innecesario entre vos i yo. Son palabras, i fuimos más que palabras.
I seguiremos siendo.
Un corazón que no se cansa, aunque se pudra de latir. Te amo.
2 comentarios:
Cuando no hay nada que perdonar las palabras siempre... ESTAN DE MAS.
Ponte el broche en la nariz, y sigue latiendo hasta que pase...
Mil besos y sonrisas,
Florcita.
Qué tristeza y qué dolor...
No perdonás, porque perdonar es ser palabras. Aún así, están las palabras para poder transmmitir todo este poderoso sentimiento...
Seguí latiendo.
Estarás bien.
Un beso.
Publicar un comentario